La pólemica que ha despertado James Harden en torno a su regreso a los entrenamientos con los Houston Rockets, parece recién empezar. A la noticia de la suspensión del juego inaugural entre Rockets y Thunder, por no contar los de Houston con jugadores activos suficientes para disputar el partido; ahora conocemos que la NBA ha decidido multar a la estrella de los de Texas.
En concreto, la Liga ha anunciado en un comunicado, que el base de los Houston Rockets ha sido multado con 50.000 por violar los protocolos de salud y seguridad de la NBA; que entre otras cosas prohíben asistir a reuniones sociales en interiores de 15 o más personas, o ingresar a bares, salones, clubes o establecimientos similares.
Harden fue puesto bajo investigación horas antes, y ahora la Liga estaría confirmando que el jugador habría violado estas reglas cuando asistió a una fiesta privada en el lunes 21 de diciembre. Además, la estrella de los Rockets fue vista en otras fiestas sin máscara en Atlanta y Las Vegas; cuando su equipo ya había abierto el campo de entrenamiento a principios de este mes.
El jugador ya tuvo coronavirus durante el verano. Las personas que se han recuperado de esta enfermedad tienen cierta resistencia a contraerlo nuevamente. Por lo que muchos expertos creen que los jugadores que previamente han tenido coronavirus deberían tener restricciones menores que aquellos que no lo han hecho.
Sin embargo, las medidas impuestas por la NBA no hacen diferenciación alguna, y trata a todos los jugadores por igual hayan tenido o no positivos previos por coronavirus. El sindicato aceptó estos protocolos y ahora Harden deberá afrontar las consecuencias.
Además de la multa impuesta, James Harden todavía sigue inhabilitado para jugar con los Rockets, y si bien la sanción no incluye partidos de suspensión, sí deberá esperar la habilitación del staff médico de la NBA para volver a reunirse con el equipo. Por cada partido que la estrella no pueda disputar, se perderá 567.000 dólares de salario.
