Por Federico Cabrera
«Lo que el imperialismo no puede perdonarnos es que hayamos hecho una revolución socialista bajo las narices de los Estados Unidos».
Así habló Fidel Castro el 16 de abril de 1961, en el sepelio de siete cubanos que murieron a consecuencia de una serie de bombardeos realizados el día anterior por aviones B 26 de fabricación norteamericana contra los aeropuertos de Ciudad Libertad y San Antonio de los Baños, en La Habana, y Antonio Maceo, de Santiago de Cuba.
«Si este ataque aéreo fuera preludio de una invasión, el país, en pie de lucha, resistirá y destruirá con mano de hierro cualquier fuerza que intente desembarcar en nuestra tierra», agregó Fidel Castro en el referido discurso, al referirse a los bombardeos del día anterior.
En efecto, se trataba del preludio de lo ocurrido en la madrugada del 17 de abril de 1961, cuando mil 400 exiliados cubanos desembarcaron en cuatro buques en la isla de Cuba con el propósito de derrocar el gobierno que lideraba Fidel Castro.
Estamos hablando de la famosa invasión de Bahía de Cochinos, tenida por la Revolución Cubana como la primera derrota militar sufrida por Estados Unidos en América.
RAZONES DEL CONFLICTO CUBA-USA
Cabe destacar que en 1961, la Revolución Cubana tenía apenas dos años en el poder, pero en ese tiempo se habían generado suficientes problemas con Estados Unidos como para que las relaciones diplomáticas pudieran mantenerse normales.
Así las cosas, la nacionalización de intereses norteamericanos en Cuba, más las medidas de presión política y de expropiación económica, llevaron primero al cese de los contratos azucareros y luego de la provisión de petróleo.
En enero de 1961, el entonces presidente de Estados Unidos, Dwight Eisenhower, rompió los vínculos con el gobierno revolucionario cubano.
Como respuesta, Fidel Castro comenzó a acercarse más a la Unión Soviética, de la que su país acabaría siendo un satélite en América.
Por supuesto, un aliado de la URSS a 90 millas de la costa de Estados Unidos era un problema muy difícil en los momentos más agudos de la llamada “Guerra Fría”.
En marzo de 1960, el presidente Eisenhower había delegado en manos de la Agencia Central de Inteligencia (CIA) la búsqueda de una solución al “problema cubano”.
En atención a esa ordenanza, la CIA reclutó a cubanos anticastristas para una invasión de Cuba, a los fines de crear allí un nuevo estado de cosas.
![]() INVASIÓN DE BAHÍA DE COCHINOS
Se da por un hecho que el entrenamiento de personal para invadir a Cuba comenzó en Guatemala y Nicaragua, y en los mismos murió el «recluta número 2506», llamado Carlos Rafael Santana Estévez, cuyo número dio nombre a la Brigada que penetraría a la isla caribeña.
Mientras el plan de invasión avanzaba, el presidente Eisenhower dejaba la Casa Blanca y John Fitzgerald Kennedy lo sustituía en el mando.
El 17 de abril de 1961, en horas de madrugada, mil 400 exiliados cubanos desembarcaron en Bahía de Cochinos, ubicada en la Ciénaga de Zapata, en la actual provincia de Matanzas, no muy lejos de La Habana.
Conforme a lo planeado, los expedicionarios debían bajar tanques y municiones, cavar trincheras y establecer contactos con las fuerzas locales que los esperaban.
Sin embargo, las condiciones geográficas eran más difíciles de lo que esperaban, y Fidel Castro, que al parecer estaba al tanto de los aprestos de invasión, movilizó a 20 mil hombres para hacerle frente a los invasores.
Se dice que Fidel Castro estaba en su casa cuando un oficial del Ministerio de Defensa cubano le dio la noticia: ¡mil 200 hombres habían desembarcado en Bahía de Cochinos!
Al parecer, Castro no mostró mucho asombro, pues en Miami la prensa había cubierto los pasos de José Miró Cardona, dirigente de los exiliados cubanos en los Estados Unidos, y quien se había proclamado líder del Frente Unido Revolucionario, organización que tomaría provisoriamente el poder en Cuba.
Según expertos, el error más grande de los invasores sucedió dos días antes del desembarco y selló la suerte de la operación: los ocho bombarderos que debían destruir la flota de aviones de Cuba la dejaron casi intacta, pero constituyeron suficiente aviso de la inminencia de nuevos acontecimientos.
![]() BATALLA DE PLAYA GIRÓN
Los combates entre las fuerzas del régimen cubano y los invasores concentrados básicamente en Playa Girón, duraron 66 horas, y se dice que los rebeldes nunca recibieron la ayuda logística que esperaban de Estados Unidos.
Además de los cuatro pilotos, 114 brigadistas perdieron la vida en esa refriega.
Pero también hubo bajas entre las tropas del gobierno cubano: 156 combatientes murieron en la defensa de la Revolución.
El resto de la Brigada 2506, mil 202 hombres, fue detenido. Las negociaciones por su liberación duraron hasta después de la “Crisis de los Misiles”, es decir, más de 20 meses.
El primer contingente de «brigadistas» puestos en libertad llegó a los Estados Unidos el 23 de diciembre de 1962. Seis días después, Kennedy los honró en un acto en el Orange Bowl de Miami.
«Les aseguro que esta bandera regresará a la Brigada en una Habana libre», les dijo Kennedy a los sobrevivientes de la invasión de Bahía de Cochinos, al recibir el símbolo que le regalaron.
No obstante este pronunciamiento, los combatientes de la Brigada 2506 siempre se han sentido traicionados por el presidente Kennedy, el cual fue asesinado en Dallas, Texas, el viernes 22 de noviembre de 1963, hecho que conmovió al mundo como pocas veces antes ni después.
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