Por Federico cabrera
SANTO DOMINGO, REP. DOM. La bandera de la República Dominicana tiene la particularidad de ser la única en el mundo que tiene en su escudo. una Biblia abierta, simbolizando así la identificación plena del pueblo dominicano con los valores de la religión cristiana.
Tradicionalmente, la confección de nuestra bandera ha sido atribuida a varias prestigiosas damas dominicanas, entre las que se cita a María Trinidad Sánchez, María de Jesús Piña, Isabel Sosa y Concepción Bona.
Curiosamente, nuestra bandera se originó de la bandera haitiana de 1843 que, a su vez, vino de la bandera francesa, aunque sin la banda blanca, ya que los blancos de Haití fueron expulsados tras la proclamación de la independencia de ese país.
Al respecto, el conocido historiador haitiano Thomas Madiou afirma que todavía el 26 de febrero de 1844, víspera de la proclamación de la independencia, los insurgentes dominicanos no se habían puesto de acuerdo acerca de la bandera que debía enarbolarse y se reunieron para tomar una decisión.
Según Madiou, algunos de los insurgentes propusieron que la bandera de Haití fuese cambiada, pero José Joaquín Puello insistió en que se utilizase la misma, diciendo que podían producirse incidentes comprometedores si se enarbolaba otra bandera en la parte Este de la isla.
“Ustedes saben ya lo que se dice de una pretendida propaganda colombiana y se creerá en ella si cambiamos la bandera; dejémosla tal como es y cuando la Constitución se reúna, entonces el pueblo sabrá a qué atenerse y podremos cambiarla», habría planteado Josè Joaquín Puello.
Ante el planteamiento de Puello (siempre según Madiou), uno de los insurgentes propuso que se le pusiese una cruz blanca a la bandera dominicana para diferenciarla de la de Haití, proposición que fue aceptada.
En efecto, la primera bandera dominicana presentaba la misma distribución en bandas de los colores de la bandera haitiana: los cuarteles azules arriba y los rojos abajo.
VERSIÓN DE RUFINO MARTÍNEZ
De su lado, el historiador dominicano Rufino Martínez afirma que la bandera que María Trinidad Sánchez confeccionó en los días anteriores a la fundación de la República “no tuvo, en el sentido de prioridad, el gran valor que por un tiempo se le quiso conceder, como tampoco lo alcanzó ninguna otra bandera atribuida a las manos de mujer con la misma finalidad, ya que la enseña enarbolada en la Puerta del Conde la noche del 27 de febrero de 1844 fue la adaptada de una que suministró el guarda-almacén del gobierno haitiano”.
Varios investigadores coinciden en señalar que, posteriormente, esa distribución de los cuarteles de la bandera fue cambiada para que los colores alternaran como está en la actualidad.
La bandera dominicana se compone de los colores azul ultramar y rojo bermellón, en cuarteles alternados, colocados de tal modo que el azul quede hacia la parte superior del asta, separados por una cruz blanca del ancho de la mitad de la altura de un cuartel y que lleve en el centro el Escudo Nacional, que tiene como lema inmortal la expresión “Dios, Patria y Libertad”.
El rojo bermellón representa la sangre derramada por los patriotas en las batallas para conseguir la independencia de la Nación; el azul ultramar representa el cielo que cubre nuestra Patria dominicana, que Dios protege la nación dominicana y los ideales de progreso de los dominicanos; y el blanco, la paz y unión que debe reinar siempre entre todos los dominicanos.
