Si existe una banda que despierte controversia, que todavía levante pasiones y, a su vez, feroces críticas seis décadas después de su debut, esta es, como no podría ser otra, los Beatles. Superada la eterna dicotomía entre Beatles y Rolling Stones, y más allá de preferencias personales, lo cierto es que el cuarteto británico marcó un antes y un después en la historia musical del siglo XX.
Los fans del grupo que ha vendido más discos de la historia -alrededor de 600 millones- y que ha logrado situar más canciones en el nº 1 del mundo -en total 27- coinciden en la necesidad de marcar en el calendario un día en el que el planeta les rinda homenaje. Sin embargo, la elección de la fecha genera discrepancias.
Una mayoría de los beatlemaníacos señala el 16 de enero como la jornada más adecuada para hacerlo. Y es que un 16 de enero, concretamente el de 1957, se inauguraba en Liverpool The Cavern Club, el pequeño local que ha pasado a la historia por ser el escenario en el que debutarían los entonces Fab Four.
Sin embargo, no todos los seguidores de John Lennon, Paul McCartney, George Harrison y Ringo Starr comparten esta opinión. Un grueso de ellos considera que la fecha clave es el 10 de julio, el día de 1964 en el que regresaron de una gira triunfal de cinco meses por los Estados Unidos. Y, un tercer grupo apunta al 6 de julio, cuando se conocieron Lennon y McCartney, un encuentro crucial que fue la semilla de una fructífera carrera plagada de éxitos.
Sea como sea, lo cierto es que la efeméride como tal no está reconocida por la ONU (el organismo tuvo que desmentir las afirmaciones que apuntaban en esta línea). Es posible que el equívoco tenga que ver con la declaración de Liverpool como primera ciudad de la música inglesa catalogada por la Unesco. Y es que es aquí donde se forjó la leyenda, algo que todavía puede palparse, y que atrae a admiradores y turistas de todo el planeta.
Pocos podían imaginar que el club de jazz escondido en el sótano de un edificio victoriano del número 10 de Mathew Street, una pequeña calle del centro de Liverpool, acabaría convirtiéndose en leyenda. Inaugurado en 1957 por Alan Styner, al que relevaría en la dirección un par de años más tarde Ray McFall, The Cavern Club acogía semanalmente la actuación en directo de 40 bandas noveles.
Y fue aquí donde el 9 de febrero de 1961 (otra fecha a tener en cuenta), debutaron los Fab Four, un cuarteto local prácticamente desconocido recién llegado de Hamburgo, ciudad en la que habían permanecido dos años actuando en algunos de sus garitos.
No sería la única ocasión en la que los futuros Beatles subían a su escenario. Y es que, en dos años, la banda actuó en el establecimiento en 292 ocasiones, hasta que, catapultados por la popularidad, con un contrato de la discográfica EMI bajo el brazo y de la mano de Brian Epstein, en 1963, se despidieron de este emblemático local.
La sala continuó apostando por nuevos talentos. Por su escenario desfilaron grupos hoy célebres como los Rolling Stones, Queen o The Who e intérpretes en solitario como Elton John. Tras un cierre temporal en 1973, se reabrió meses después a escasos metros en la misma calle y no fue hasta 1984 cuando recuperó la ubicación original, gracias a la iniciativa de Tommy Smith, futbolista del Liverpool, y Royal Life.
El nuevo local, convertido en una reproducción de la sala original, respetaba el diseño de finales de la década de los 50, e incluso reutilizó material, como los ladrillos, de la primera construcción. Pero, tras cinco años de actividad, problemas financieros obligaron a echar el cierre de nuevo. No sería hasta 1991 que Bill Heckle y Dave Jones, un maestro y un taxista de Liverpool, tomaban de nuevo las riendas, manteniendo el emblemático bar abierto hasta hoy.