Por Federico Cabrera
SANTO DOMINGO, REP. DOM. Nacido el 15 de agosto de 1907 en el seno de una familia acomodada de Santiago de Cuba, Eduardo René Chibás fue un célebre político cubano que tuvo una participación destacada en la histórica lucha popular contra la dictadura del general Gerardo Machado.
En 1927, Chibás fue expulsado de la Universidad de La Habana precisamente por oponerse desde allí a la prórroga de poderes del general Machado.
En agosto de 1931, Chibás fue encarcelado y después enviado al exilio. Luego de la caída de la dictadura de Machado, ocurrida en agosto de 1933, Chibás regresó a Cuba y participó en la revolución de septiembre de ese año y luego formó parte del gobierno revolucionario de Ramón Grau San Martín.
Tras el golpe de Estado de Fulgencio Batista, quien lideró el país entre 1933 y 1940, Chibás se integró al movimiento de la Izquierda revolucionaria y además creó el programa radial “La Voz de las Antillas”, en el que reivindicaba la plena soberanía nacional de Cuba y denunciaba la violencia y la corrupción.
En 1934, Chibás participó en la creación del Partido Revolucionario Cubano (Partido Auténtico) que lideraba Ramón Grau San Martín.
Seis años después, en 1940, Chibás fue elegido Senador, tribuna que aprovechó para denunciar al gobierno despótico de Fulgencio Batista, quien había sido elegido Presidente ese mismo año.
«VERGÜENZA CONTRA DINERO»
Orador de gran talento, Chibás intervenía todos los domingos en la radio, desde 1943 hasta 1951. Su programa en la CMQ era el más popular de Cuba.
En dicho espacio, que provocaba un toque de queda en los hogares cubanos, Chibás denunciaba la corrupción del Estado y afirmaba y reafirmaba su voluntad y determinación de conquistar el poder para edificar una nueva Cuba, en la que el sello de la honestidad y la probidad marcarían a los dirigentes.
En 1947, y bajo la consigna “Vergüenza contra Dinero”, Chibás fundó el Partido del Pueblo Cubano (Ortodoxo), desde el cual aglutinó y movilizó a las masas populares en la lucha de carácter cívico.
Los elementos más radicales y revolucionarios de la juventud cubana, como Fidel Castro y Max Lesnik, entre otros, integraban las filas del Partido Ortodoxo y brindaban su apoyo a Chibás.
En 1948, Chibás participó en las elecciones presidenciales y perdió contra Carlos Prío Socarrás, candidato del Partido Auténtico.
El año siguiente, 1949, el senador Chibás fue encarcelado por acusar al gobierno de Prío de favorecer a la multinacional estadounidense Cuban Electric Company.
El lema del Partido Ortodoxo se volvió famoso: “Vergüenza contra dinero. A barrer con los ladrones”. Una escoba era el símbolo de esa campaña.
DRAMÁTICO SUICIDIO DE EDUARDO CHIBÁS
En mayo de 1951, Eduardo Chibás respondió a un reto que le lanzó el famoso periodista José Pardo Llada, a quien acusaba de mostrarse indulgente con el Ministro de Educación, Aureliano Sánchez Arango.
Chibás acusaba al ministro de desviar fondos públicos y de crear un emporio inmobiliario en Guatemala.
La polémica entre Chibás y el ministro de Educación tuvo graves consecuencias para el político, que se convirtió en objeto de burla de un sector de la opinión pública cubana.
Incapaz de presentar las pruebas que le reclamaba el funcionario, Chibás cayó en un estado depresivo que lo derrumbó completamente.
El domingo 5 de agosto de 1951, tras su discurso en la emisora radial CMQ (“El último aldabonazo”), Chibás se disparó con una pistola que portaba.
“¡Pueblo de Cuba, levántate y anda! ¡Pueblo cubano, despierta! ¡Este es mi último aldabonazo!”, proclamó Chibás. Dicho esto, se disparó un tiro en la ingle.
“Cuba tiene reservado en la historia un grandioso destino, pero debe realizarlo”, fue otra de las últimas “frase” que pronunció Chibás antes de hacerse el disparo mortal que lo inmortalizó en el sentimiento del pueblo cubano.
El 16 de agosto, tras once días de agonía en el Centro Médico Quirúrgico de La Habana, Chibás abandonó este mundo.
La muerte dramática y a destiempo de Eduardo René Chibás dejó un vacío politico enorme en Cuba. En cierta medida, el ascenso experimentado luego por el liderazgo de Fidel Castro se debió a ese enorme vacío.
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